miércoles, 11 de mayo de 2011

Cosa de genio



hoy miércoles se cumple el 30° aniversario de la muerte de Bob Marley, fana del fútbol y jugador de alto vuelo. Se lesionó jugando y de la herida brotó un cáncer que lo mató. Hoy, es leyenda.

Cuando Bob Marley murió a los 36 años, fue enterrado con unos brotes de cannabis, su guitarra Gibson Les Paul, la biblia del movimiento rasta y una pelota. Cosa de fumón: el tipo que no hizo ni una sola mención al fútbol en sus canciones, el tipo que nunca hubiera pasado un control antidoping, el tipo que nació en un país que figura arriba en los rankings de pobreza y abajo en los rankings FIFA, fue un fanático del fútbol.

El libro “Bob Marley: Songs of Freedom” cuenta que durante las grabaciones, y hasta en los instantes previos a los conciertos, Marley descargaba tensiones jugando a la pelota. Con su banda, The Wailers, solía armar porros y fulbitos en los hoteles. (...) "Incluso en la entrada del National Stadium de Jamaica se levantó una estatua en su honor” Alan Skill Cole.

El Boys Town FC es un club de Jamaica (...) Tiene tres títulos de la Liga local, apenas una tribunita en su estadio y 75 seguidores en Facebook. Bob Marley fue hincha de este club ubicado en Trenchtown. Allí se crió entre chicos que antes que ser futbolistas sueñan con ser atletas olímpicos como Usain Bolt o, al menos, con correr más rápido que la Policía. Sin embargo, él creció persiguiendo una número cinco. ¿Cómo puede ser que en un país como Jamaica, donde el fútbol es semiprofesional, le hubiera gustado tanto este deporte? “Será por los genes de mi padre”, solía decir. Claro, su padre fue un capitán de navío inglés. Se llamaba Norval Sinclair Marley y tenía 50 años cuando dejó embarazada a Cedella, una joven negra de 18. La relación duró menos que un faso en las manos del joven Bob. Así, creció sin papá, en un ghetto, rodeado de miseria. Sus biografías cuentan que cuando no estaba trompeándose en las calles, jugaba a la pelota o cantaba(...).

No hay dudas: como al propio Diego, a Marley también le hubieran cortado las piernas en un antidoping: la mayor parte de su vida la pasó fumando marihuana. La otra, la dedicó nada menos que a revolucionar la música. (...). Todo en Marley es así, desaforado: mujeres, hijos, hits, goles. Ahí están One love, No woman no cry, Redemption song y tantos otros himnos. (...) El cantante visita Río de Janeiro. Las crónicas del viaje cuentan que, alojado en el Copacabana Place, lo primero que quiere conocer de la Cidade Maravillosa es la favela Rocinha. También recorre las casas de deportes. Busca camisetas de fútbol, pero la camiseta con la que siempre soñó la consigue en un picadito. (...). Lindo equipito para tocar. En la cancha y sobre el escenario. Marley hace un gol. Ganan 3-0. Al final, Cajú le regala la 10 del Santos, la de Pelé. O’ Rei.

Marley gambetea en la cancha y gambetea a la muerte. Son los 70. El jamaiquino ya dejó de ser un negrito de melena llamativa para convertirse en alguien peligroso. No es un rockstar egocéntrico pasado de alcohol y de crack. Es algo peor: un mestizo tercermundista que habla de paz y de liberación. Y a los muchachos de la CIA se les atragantan las rosquillas. Así, lo incluyen en su lista de mala fe: pasa a ser vigilado, considerado un factor desestabilizador en todo el Caribe. En 1976, a dos días de dar un recital por la paz, le declaran la guerra: sufre un atentado en su casa de Jamaica. La balacera le peina las rastas. Poco le importa. Igual sube al escenario y ante 80 mil personas levanta su remera para mostrar las heridas. Y se ríe. Se ríe mucho.

Todo comienza en abril del 77. En Inglaterra. Durante un partido le pisan el dedo gordo del pie derecho. El dedo le queda destrozado. Los médicos le detectan una forma de melanoma maligno. Le aconsejan que ese dedo debe ser amputado. Marley se niega. Tres años después, el 20 septiembre de 1980, visita Nueva York. Ya es el rey. Vive en el hotel Essex House al Sur del Central Park. El tipo que dormía en un ghetto despierta en la cima del mundo. Y una mañana sale a correr. Pero cae al suelo, desplomado. El cáncer ha avanzado al cerebro, pulmones, hígado. Le dan un mes de vida. No más. Consumido, viaja a Alemania a hacerse atender por un ex médico de la SS. Mejora. Le crece el pelo y hasta vuelve a jugar. Al tiempo cae otra vez. Ya no habrá recuperación. Sólo un deseo: morir en Jamaica. Se toma un avión, pero está grave y en Miami lo atienden de urgencia. Al morir allí, en el hospital Cedar Sinai hace 30 años (se cumplen el 11 de mayo), Marley deja la más maravillosa obra del reggae y a nueve mujeres disputándose su herencia. Entre el desconcierto, los llantos y la primicia mundial, es llevado a Jamaica. La multitud más grande en la historia del Caribe acompaña el cuerpo. Hoy descansa ahí con una pelota. Cosa de genio.
(Fuente: http://www.ole.com.ar )

Ya no existen luchadores como él, es lamentable.
Hoy el reggae está conformado por puros estereotipos de pobre calidad. Todos hablan del reggae solo para consumir marihuana y hablar de religiones y movidas qe no se saben o tienen en claro. Hoy el reggae es solo para caretas qe qieren fundamentar su consumo de cannabis baratos. Se olvidaron de su verdadero significado, de la historia que este ícono forjó.



Robert Nesta Marley Booker "Bob Marley": Feb-1945 to May-1981 R.I.P

5 comentarios:

  1. Un graande Bob Marley ji.
    Enfin, che, hola, como que no hablamos hace baanda. Espero qe andes más qe bien con la facu y todo eso :)
    Muuá.

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  2. La verda que no tenia conocimiento de la historia del chabón, y creo que ninguno de los pendejos de 15 años que fuman pporrro y escuchan zg (mierda) conocen en verdad quien fue este hombre. Un loco de la guerra ! ♥

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  3. Como discutimos por este tema nosotros.

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  4. EL REY SIEMPRE AL LADO DEL BIEN FUE Y SEGUIRA SIENDO EL MEJOR

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Poné lo qe se te cante el orto. O sea, si es una pelotudez, lo elimino y a la goma